lunes, 17 de mayo de 2010

Aforismo

Un somier en la esquina, parásitos antiguos que despiertan la idea de tocar fondo.
El mal olor de un vagabundo,expulsado moralmente por las miradas de una micro.
El sufrimiento de la extrema timidez.
Aun siente esas miradas, se quedan sobre él,en sus arrugas bronceadas por el sol.
De una mañana obligada en un parque a las siete AM.
Si lo hubiera contado allá con ellos tan lindos, tan dispuestos,
me perdería, de lo que intenta que valga la pena,
de lo mediocre de los días,la imposibilidad como recurso,
la estética del recuerdo,la vulgarización de la creación
y la incansable búsqueda de la infancia.
Ni un café, ni un cigarro sincronizado a las nanillas de un reloj
Valdría esta ansiedad situada tambien desde la precariedad.

1 comentario:

CRaSTian MoReNo dijo...

UN DISPARO A LA MAIND.